Una excavadora que había estado funcionando normalmente de repente comenzó a vibrar durante la operación, pero solo cuando el chasis de la excavadora estaba ligeramente inclinado. Al trabajar en terreno plano, todo parecía perfectamente normal. Al escuchar este informe por primera vez, resultaba casi increíble.

Después de llegar al sitio, nuestros técnicos de LUYU observaron que la excavadora operaba en una zanja estrecha, y el problema era exactamente como se describió. Cuando el chasis de la excavadora se inclinaba, la máquina vibraba violentamente; una vez que se volvía a terreno nivelado, la vibración cesaba inmediatamente. Este patrón se repetía consistentemente, aunque todos los componentes externos parecían normales.

En el lugar de trabajo, nuestros ingenieros comenzaron a solucionar el problema desde el arnés de cables, ya que análisis anteriores sugerían que todos los componentes funcionaban correctamente, lo que planteaba la posibilidad de una conexión eléctrica suelta o defectuosa. La inspección alrededor de la bomba hidráulica pronto reveló la causa real: la abrazadera metálica utilizada para sujetar el arnés y los cables del sensor en la parte inferior de la bomba hidráulica había desgastado el aislamiento de un cable, dejando al descubierto los hilos de cobre.

Cuando el chasis de la excavadora se inclinaba, el borde afilado de la abrazadera entraba en contacto con el cobre expuesto, creando un cortocircuito. La vibración de la bomba hidráulica causaba un contacto intermitente, lo que resultaba en un movimiento irregular y vibraciones. Sin embargo, cuando la excavadora estaba nivelada, el punto de contacto se separaba y la máquina funcionaba sin problemas.