Los cargadores eléctricos continúan penetrando rápidamente en la industria, lo que destaca el ritmo inusualmente lento de la electrificación en excavadoras. Con políticas ambientales cada vez más estrictas, muchas regiones han prohibido la entrada de equipos de altas emisiones. Sin embargo, ¿por qué las excavadoras eléctricas han tenido dificultades para ganar popularidad generalizada?

Los escenarios operativos crean desventajas inherentes. Las operaciones de excavadoras están dispersas y a menudo se realizan en entornos remotos donde la infraestructura de carga de apoyo prácticamente no existe. Si bien los proyectos municipales se benefician de políticas favorables, la reubicación frecuente de equipos los hace altamente dependientes de estaciones de carga externas. Actualmente, la cobertura de estaciones de carga sigue siendo baja, y las operaciones en campo a menudo enfrentan el dilema de "no tener energía para cargar".

Los altos precios presentan la primera barrera. En comparación con los cargadores eléctricos, las excavadoras eléctricas requieren capacidades de batería más grandes, lo que resulta en precios iniciales más altos. Sus costos de adquisición superan entre un 30% y un 50% a los de las excavadoras de combustible. Aunque los costos operativos son más bajos, el período de recuperación sigue siendo de 3 a 5 años, lo que desalienta a la mayoría de los usuarios. Además, la degradación de la batería se acelera en condiciones exigentes, y los costos de reemplazo a veces superan los de una excavadora de combustible usada. Esto reduce significativamente el valor residual de las excavadoras eléctricas.

La ansiedad por la autonomía sigue siendo un inconveniente importante. Las excavadoras generalmente operan en condiciones prolongadas y de alta intensidad, a menudo funcionando continuamente durante más de 8 horas. Las excavadoras eléctricas principales actuales solo pueden mantener operaciones durante 4 a 6 horas. Con los cuellos de botella de la tecnología de baterías aún por superar, trabajar en entornos que carecen de infraestructura de carga plantea desafíos considerables.

LUYU siempre ha promovido excavadoras diésel en lugar de excavadoras eléctricas a los clientes. Esta decisión refleja nuestra consideración tanto por nuestros clientes como por las condiciones específicas de sus sitios de trabajo. Si realmente necesita una excavadora eléctrica, Lu Yu también puede satisfacer su necesidad.