1. Estabilidad mejorada

Ruedas delanteras más grandes: Las ruedas delanteras son las encargadas de soportar el peso durante la carga y descarga. Las ruedas delanteras más grandes aumentan la estabilidad y evitan que la máquina se vuelque con cargas pesadas.

Ruedas traseras más pequeñas: Las ruedas traseras se utilizan principalmente para dirección y soporte, las ruedas traseras más pequeñas ayudan a mejorar la flexibilidad.

2. Mayor tracción

Ruedas delanteras más grandes: Las ruedas delanteras más grandes aumentan el área de contacto con el suelo y mejoran la tracción, especialmente cuando se trabaja en terrenos blandos o irregulares.

Ruedas traseras más pequeñas: Las ruedas traseras más pequeñas reducen la resistencia al rodamiento y permiten una dirección más ágil.

3. Rendimiento de dirección optimizado

Ruedas traseras más pequeñas: Las ruedas traseras más pequeñas permiten una dirección más ágil, lo que las hace adecuadas para trabajar en espacios reducidos.

Ruedas delanteras más grandes: Las ruedas delanteras más grandes brindan un mejor soporte al conducir y evitan el deslizamiento lateral.

4. Adaptabilidad a diferentes terrenos.

Ruedas delanteras más grandes: Las ruedas delanteras más grandes pueden adaptarse mejor a terrenos irregulares y reducir los baches.

Ruedas traseras más pequeñas: Las ruedas traseras más pequeñas proporcionan más maniobrabilidad en superficies planas.

5. Distribución equilibrada del peso

Ruedas delanteras más grandes: Las ruedas delanteras más grandes distribuyen mejor el peso de la carga y reducen la presión sobre el suelo.

Ruedas traseras más pequeñas: Las ruedas traseras más pequeñas ayudan a equilibrar la distribución general del peso y evitan el sobrepeso en la parte trasera.